martes, 30 de septiembre de 2008

Un corazón de tiza


Dejar de vivir en Ferrol e irme a San Valentín fue equivalente a ganar todo un reino. De no poder salir de casa a jugar -salvo cuando mi madre, o alguna vecina, podía llevarme hasta la Plaza de Sevilla-, pasé a disfrutar de toda la libertad del mundo y de toda la calle para mí, para jugar a mis anchas con mis nuevos vecinos. Y de entre todos los escenarios, hay uno que era especial, aunque sólo fuera por la cantidad de horas que pasábamos en él. No era nada del otro mundo, salvo si tienes siete años, claro, y toda tu imaginación y la de tus amigos para recrearlo. Era "el bajo del bloque".

San Valentín, originalmente, era un barrio de doce bloques en la Avenida del Mar y cuatro en la Avenida de la Cooperación. Ambas se cruzan a la altura del bloque 4 de la Avenida del Mar. Y un bloque es un edificio rectangular, de cuatro pisos de altura, más la azotea. Tiene tres portales y en cada portal ocho viviendas (dos por piso). Los "bajos" eran el hueco vacío bajo el bloque. Igual os ayuda si os digo que imaginéis un palafito, porque algo así parecía el conjunto, ya que el bajo era el esqueleto de columnas del edificio, flanqueando de forma triste el portal.

Bueno ¿triste? No, rotundamente no. Porque los bajos eran nuestro reino.

En Galicia llueve mucho. Salir de casa, tener un sitio al que poder bajar a jugar, esté cayendo la que esté cayendo, es una bendición. Allí podíamos hasta montar en bicicleta, pero lo habitual eran los partidos de fútbol, jugar a la chapa (el sambori), o a la cuerda, o a la goma o a las casitas. Esto último, dependiendo del día, a cualquier escala, ya que lo mismo nos bajábamos las cocinillas de casa (y el resto de los trastos, por supuesto) como nos podíamos inspirar, repentinamente, al ver un montón de ladrillos en alguna obra próxima y transformar un montón de ellos en cocinas, mesas, sillas, sofás... con la ventaja de disponer, además, del extra de los montones de arena y/o cemento para ir mejorando el menaje que improvisábamos sobre la marcha.

Fueron muchas horas las que pasamos jugando en esos bajos. Muchos años, más bien. Y es que a mi bloque tardó en llegar la oleada de "robos". Robos. Robada. Así me sentía cada vez que un trozo de bajo desaparecía detrás de paredes porque alguien lo había comprado. Vale, sí: así llegaron al barrio supermercados, papelerías, fruterías y otras tiendas... pero desaparecía nuestro reino poco a poco. Y yo tuve suerte porque soy del bloque doce, del último. Fue de los últimos en ser robado y en nuestro pequeño trozo de reino las cosas funcionaron bien durante bastantes años. Al menos durante los suficientes para mí.

Y hay una actividad que hoy he recordado. Dale a un niño un trozo de tiza y una pared y dime qué obtienes. Y, ¡diantres si teníamos tizas! Cuando a nuestros padres se les dio por empezar a empapelar paredes y decorar los techos con molduras (en el barrio todo iba por oleadas, como si viniera una moda virulenta y repentina), éramos los reyes de la tiza, disponíamos de toneladas de yeso para dibujar; había montones y montones de restos de trozos de moldura desechados por todo el barrio. Para dibujar en el suelo circuitos de sambori, o campos de fútbol (de tamaño olímpico o de chapillas), o campos de brilé (balón-tiro) o simplemente rutas locas que seguir con una bici. Para dibujar en la pared la decoración de la salita que habías montado con los ladrillos de la obra del vecino. Para dibujar corazones de tiza en la pared y fastidiar a tu hermano mayor, o a tu vecino el borde, o a la vecinilla tonta que te caía mal, con un "Fulanito x Menganita"; que lo poníamos así, el "por" con su símbolo matemático y dentro de un corazón de tiza,




Y hoy iba cruzando el ágora de la UJI con María y en una de estas nos pusimos las dos a cantar esta canción a pleno pulmón. Y lo que me he reído recordando historietas de cuando yo tenía diez años... ¡la de veces que tuve que escapar con la tiza en la mano!

Ya no queda ni un bajo libre en San Valentín. Hace años, muchos años, que robaron todos los bajos, todos los huecos, todo nuestro reino de juegos. Pero no tenéis ni idea de la cantidad de corazones de tiza que hay ocultos bajo el enlucido de las paredes de tiendas, supermercados, papelerías y garajes de mi barrio...

sábado, 27 de septiembre de 2008

Sueños de tarde de otoño



El capitán Howlett echó hacia atrás su sombrero. Todavía jadeaba por el esfuerzo de subir las escaleras; pero si estaba en lo cierto, tenía que aparecer la marca que había dejado en la pared la última vez que había recorrido aquel mismo pasillo. Enfocó con la linterna la pared izquierda y la buscó con la vista. Efectivamente, allí estaba. Se permitió una sonrisa al ver que parecía confirmarse el plano de la biblioteca que había ido dibujando en su cabeza, mientras recorría pasillo tras pasillo y subía y bajaba interminables tramos de escalera... tamborileó ligeramente con los dedos en la pared, como si estuviera comprobando que la marca no era una ilusión. Podía tomarse un respiro. Se dejó caer en el suelo y allí, sentado y algo más relajado, procuró fijar mentalmente el esquema del edificio.

La planta principal tenía forma de X. Pero le había parecido mucho más complicado al comenzar a recorrer los pasillos que surgían de los extremos del aspa y que unas veces llevaban a otro piso distinto y otras, le mantenían en el mismo. Ahora que había podido orientarse, reconoció que no era tan difícil de recorrer, pero también era cierto que le costó no caer en las mil pequeñas trampas que se escondían en recovecos y esquinas. Se había encontrado espejos curvos, puertas cegadas, y tramos aparentemente ascendentes que, al doblar una esquina, cambiaban bruscamente y le devolvían a pisos inferiores. En muchos tramos, a la oscuridad y el polvo se unía la sensación asfixiante de falta de aire, como si aquellos pasadizos no hubieran sido recorridos por el aire fresco en años. Pero una vez localizadas las escaleras de caracol en uno de los laterales, la sensación de estar perdido desapareció y fue capaz de orientarse sin equivocaciones. Fue cuando comenzó a dejar marcas e inició un último recorrido de reconocimiento, el que acaba de finalizar en ese momento.

Allí sentado en el suelo, bajo la marca que acababa de confirmarle que tenía razón, el capitán trazó mentalmente un itinerario que le permitiera recorrer de forma sistemática el edificio. En esa biblioteca tenía que estar el libro perdido del Dr. Jackson, y sin el libro no cabía esperanza... debía barrer todos los anaqueles sin dejar ni uno y procurar no pasar por alto ni una sola de las pequeñas salas que se abrían ocasionalmente en ángulos y que no siempre se distinguían en una primera ojeada. Ahora lamentaba no haber prestado crédito a aquel extraño individuo que se ofreció a venderle información sobre cómo encontrar el libro. Y de nada le sirvió arrepentirse; cuando volvió a buscarlo y pudo verle por última vez, no tenía muy buena cara... después de que alguien lo hubiera tomado como blanco al vaciar el cargador de su pistola.

Alguien quería que el libro no apareciera pero, ¿quién? Tenía un buen montón de preguntas, además de ésta. Ni siquiera sabía cómo era aquel libro, qué aspecto tenía; ni siquiera estaba muy seguro de qué haría con él cuando lo encontrara, quién podría interpretar la información que almacenaba y si ésta serviría realmente para construir la nave, pero si querían...



-"¡Niño! Baja, ya está la cena."

Hubo un movimiento muy lento bajo la ventana, al tiempo que se oía un pequeño bufido. La ventana dejaba pasar la luz amarilla de una farola y, bajo esa luz tenue y cálida, el libro dejó de ser la puerta interdimensional a un mundo paralelo y la página volvió a ser un rectángulo de papel blanco con pequeñas letras negras, entre las que el capitán Howlett podría estar tan perdido como lo había estado en aquella biblioteca. La llamada de la abuela volvió al niño a la realidad y abandonó el hueco bajo la ventana para bajar a la cocina. Su hueco bajo la ventana, el hueco iluminado por esa luz cómplice que le acompañaba como pasaporte a otros mundos, cuando desaparecía el Sol y no le permitían encender la bombilla. Y es que, en otoño, los días son más cortos. Pero una farola puede alargar los sueños.

jueves, 25 de septiembre de 2008

No te las des tú antes de salir de casa...


Ayer conocí a Toño. Me acordé de Amparo y de Ernest, pero sobre todo de Alfonso. Prefiero dejar que se presente él mismo:












(Si el reproductor flash os dice que no se pueden ver, ni caso, recargad la página, que sí que están disponibles :-))


Me recuerda a Alfonso; que comparten enfermedad es evidente. Pero, sobre todo, porque comparten sentido del humor, inteligencia y pico de oro. Hace tiempo que no le veo, a Alfonso... ni a él ni a Mar. Igual Mar ha terminado la carrera y es por eso que en el Vox UJI eché de menos, en el último número, la sección Amb cames que roden, en la que Mar colaboraba. Mar no tiene la facilidad de palabra de Alfonso, pero tiene las ideas muy claras y prestaba tener un sitio donde poder leerlas... aunque sólo fuera la cuarta parte de la penúltima página de nuestro periódico.

Pues sí, ayer conocí a Toño. Me llamó María para ver no sé qué en "El hormiguero" y le vi allí. Me reí con ganas, porque el tío tiene un humor demoledor. Ayer salió en una silla de ruedas especial que le permitía estar incorporado. Y el monólogo trataba sobre sus múltiples ventajas, especialmente a la hora de relacionarse socialmente (y de utilizar los urinarios de pared). La última reflexión era algo así como: "... y hay gente que me ve y me felicita porque dice que ahora se me ve mejor, que parezco una persona. Y yo les digo que sí, que desde aquí arriba distingo mucho mejor a los hijos de puta."

En fin, como decía Ernest, "No se ha fijado, no se ha fijado... vamos, ¡que el tío este tendrá muchos alumnos en primera fila inmovilizados en una silla de ruedas!". Por cierto, Ernest, meu, esta mañana en méneame encontré una colección de sillas que igual te hubieran gustado. Yo me he acordado especialmente de ti (y de Amparo, y de Alfonso, y de Mar y de Toño) al ver ésta:



Perfecta para conversar con los que inutilizan los vados de las aceras, o se olvidan de que las escaleras son cuadradas, como su cabeza. Estoy por hacérsela llegar a Toño...

martes, 23 de septiembre de 2008

"No tengas miedo de ser la persona en la que te has convertido"



"Mi médico siempre me decía que deseaba lo mejor para mí pero, a veces, lo que parecía mejor resultaba que no lo era. [...] me pedía sobre todo que confiara en él, y recalcaba: yo siempre he creído que si mi "yo" del pasado tomó esa decisión era porque creía en ella. Respeta a tu yo anterior.

[...] Cuando salí del hospital, reflexioné sobre esas palabras. Era un buen descubrimiento y no sólo para la vida médica sino para todo. Solemos creer que erramos decisiones; es como si pensáramos que ahora somos más listos que antes, como si tu yo del pasado no hubiera valorado todos los pros y todos los contras.

Desde que aquel médico me habló de ello, yo siempre he creído en mi yo del pasado. Hasta creo que es más inteligente que mi yo del futuro. Así que cuando a veces tomo una decisión equivocada no me enfado, pienso que la tomé yo mismo y que fue meditada y pensada (eso sí, intento siempre pensar y meditar las decisiones).

No hay que desanimarse por las decisiones equivocadas que uno toma. Debes confiar en tu yo antiguo. [...] ¿Por qué crees que ahora tienes derecho a juzgar lo que él (tu yo antiguo) decidió? Acepta quien eres, no tengas miedo de ser la persona en quien te has convertido con tus decisiones.

Las malas decisiones curten, las malas decisiones, dentro de un tiempo, serán buenas decisiones. Acepta eso y serás muy feliz en la vida y, sobre todo, contigo mismo.

[...]

En un 80% eres consecuencia de tus decisiones. Quiérete por el resultado de lo que eres. Quiérete porque en eso es en lo que te has convertido. Y sobre todo reconoce que a veces te equivocas. Y ese 20% de equivocaciones tienes que reconocerlas y aceptarlas.

Como me decía aquel médico: "Reconocer" es la palabra clave. Debes reconocerte a ti mismo, reconocer cómo eres y reconocer la culpa.

En el hospital nos enseñaron a aceptar que podíamos equivocarnos. Mi médico a veces se equivocaba y siempre aceptó la culpa. El mundo iría mejor si aceptáramos que nos equivocamos, que hemos errado, que no somos perfectos. Mucha gente intenta buscar una excusa a su equivocación, buscar otro culpable, quitarse el muerto de encima, lo que no conocen es el goce de aceptar la culpa. Un goce que tiene que ver con saber que has tomado una decisión equivocada y que lo admites.

Me encantaría ver juicios en los que la gente aceptara la culpa, conductores a quienes pararan y que reconocieran que iban a más velocidad de la permitida.

Es importante que reconozcamos que nos equivocamos para así tomar conciencia de dónde están los errores y no cometerlos nunca más. Quizá muchos tienen miedo al castigo que esto puede suponer, pero el castigo es lo de menos, lo único importante es dar a nuestro cerebro los items correctos."

El Mundo Amarillo, Albert Espinosa.


El lunes desperté viendo una entrevista de Buenafuente en la tele. En concreto, esta. Y estoy por creer en el amor a primera vista, porque este hombre me dejó a cuadros. Y feliz. Igual en eso consiste ser amarillo.

Es un libro lleno de palabras sencillas y de ideas sencillas, pero muy grandes. Y sólo tiene un objetivo: conseguir ser feliz... conociéndote a ti, conociendo a los que te rodean, aprendiendo a creer en los sueños y aceptando que la muerte no es eso que le ocurre a los demás. Y será por eso que volviendo a casa en el autobús y releyendo el libro me acordé de alguien que podría haber escrito alguna que otra frase de este libro (aunque pensándolo mejor, Natxo era amarillo. Puede que el más amarillo de todos los amarillos. Y pensándolo mejor aún, Natxo es el amarillo de todos los amarillos. Es curioso, fue un pacto de vida sin que supiéramos que lo era).

Y los párrafos que he reproducido... pues me vais a perdonar, pero los he incluido como una especie de autohomenaje. O no. Me ha prestado mucho encontrar ese capítulo: llevo años pensando eso mismo y ha sido bonito encontrarlo escrito y, además, expresado de una forma tan simple y directa. Igual no es más que una enorme casualidad. Al ver sobre papel esas ideas tuve la satisfacción de quien ve que le dan la razón, pero también advertí que aún tengo que trabajar algo más sobre ello. Ayer tuve una discusión con María sobre aceptar su culpa cuando hace algo mal; y hoy lo he encontrado en el libro... junto a otros capítulos en los que tengo que aplicarme mucho; como el que habla de que lo difícil no es aceptarse como es uno, sino aceptar al resto de la gente. O como el que cuenta que hay un truco para no enfadarse jamás. Mis culpas más notorias, falta de empatía, impaciencia y facilidad para dispararme. No está mal para empezar: tengo más argumentos para mi niña y la posibilidad de aplicarme mi propia medicina...

Leed el libro :-)

sábado, 20 de septiembre de 2008

Aún más estrellas de las que había adivinado...






La nebulosa M57, ayer el pequeño planeta y su gran estrella y hoy esto... Ojos en el cielo y es que igual sí que hay dioses vigilándonos.



Es posible que no estuviera tan mal imitar a Dave y acabar siendo un rayo cósmico recorriendo estrellas. Es la segunda vez que lo digo esta semana, creo, pero es la primera que tengo realmente envidia de ese final; o que desearía que no fuera el final de una película. Es posible que haya un momento para el cuerpo, para los cuerpos, para notar todos y cada uno de los sentidos. Y seguramente habrá toda una eternidad que podría llenarse sin más que percibiendo estallidos de energía, sin más que formar parte de ese universo y notándolo simplemente como una parte de ti. Sin piel, sin manos, sin oídos, sin vista... sólo viviéndolo, sin necesidad de sentirlo porque formas parte de él. Y qué tontería, si al fin y al cabo ya lo somos. Con nuestros sentidos limitados, con un cuerpo que puede que nos ate más de lo que lo que nos libera... con imágenes tan escasas que necesitamos conocer más, ver más...

Miro esas imágenes de las estrellas y me siento como una niña pequeña acurrucada en una esquina mientras espera el momento de despegar, de comenzar el viaje de la vida con sus propias piernas, con sus propias alas... O como la amante que espera la última caricia para romperse en ese orgasmo que le haga superar la barrera de su propio cuerpo... O como me podré sentir cuando llegue ese último momento, antes de despegar definitivamente y olvidar para siempre este cuerpo y lo que quiera que haya acumulado a lo largo de este viaje, corto e intenso, viaje loco para aprender lo que querré olvidar al partir...

Somos polvo de estrellas. Una vida lo que un sol vale...

jueves, 18 de septiembre de 2008

I am the eye in the sky looking at you







La imagen la vi hoy en APOD y os recomiendo que pinchéis para verla más grande.
Y no me llaméis loca por creer en la magia.
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lunes, 15 de septiembre de 2008

Con media cáscara de huevo en la cabeza


Supongo que va por días. Los hay que lo asumo y hasta me gusta. Pero los hay que se me cae todo encima y no sé salir a tiempo y me pilla la avalancha de pleno. Tengo que aprender a vivir sola, pero es que hay días que, simplemente, no puedo.

Y que por qué no llamo a nadie... y que por qué no materializo alguno de esos cafés que se quedan siempre en el aire y dejo de quejarme. Bueno, te he llamado a ti, te he dicho lo que sentía y tampoco estabas por la labor de quedar. Así que tampoco sé qué posibilidades podría tener con otras personas. Los de mi edad, pues tienen sus rollos y sus hijos y yo me siento un pegote... Y con los que son más jóvenes, me siento pegote y medio. Y no, no llamo a nadie. Tienes razón. No sé si soy una hipócrita o una cobarde. Supongo que es que me asustan los rechazos, más que los silencios, más que los vacíos. Y seguramente me los gano a pulso con mi puñetero carácter. Y que no sé aún lo que quiero, aún no he conseguido aclararme con que es lo qué quiero hacer. Ni siquiera sé si quiero hacer algo.

Y sí, ya sé, son las hormonas. O el no dormir. O yo que sé.

Pero ayer me sentí sola. Y hoy me siento sola. Igual en diez minutos se ha acabado el rollo, porque tengo revisión de exámenes. Y voy a llegar con esta cara de imbécil llorosa y les voy a cortar el rollo más que si fuera con cara de sargento chusco a meterles la paliza. Eso si viene alguien...

Necesito dormir. Y, de paso, perder este complejo de Calimero mal parido. ¿Podéis mentirme un poco y decirme que soy estupenda? (Gracias)





Actualización: Gracias de todo corazón. Espero que ésta no sea corrosiva... Es tan guapa como vosotros :-)





sábado, 13 de septiembre de 2008

Ojalá


Primero pensé en publicarlo; luego lo desestimé por demasiado japi, no sé si me entiendes. Más tarde recordé qué día es hoy y qué día es mañana. Y luego recordé otra vez el final de Luces de ciudad y a mi vagabundo preferido... y a mi niño preferido. Y luego he vuelto a admirar el sol de otoño y me puse a llorar otra vez, pero de guais, porque si se trata de ti hasta llorar puede ser de guais.

Así que, mira, lo cuelgo. Porque el mensaje es bonito y tengo día de mensajes bonitos. Pero, sobre todo, porque me recuerda a ti, que también eras demasiado japi para ser cierto. Otro beso, mariposón ;-)





Lo vi en menéame y se puede descargar de aquí
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viernes, 12 de septiembre de 2008

Let's all start the living


Don't you feel a change a coming
from another side of time?
breaking down the walls of silence
lifting shadows from your mind
Placing back the missing mirrors
that before you couldn't find
filling mysteries of emptiness
that yesterday left behind

And we all know it's better
yesterday has past
now let's all start the living
for the one that's going to last
Yes, we all know it's better
yesterday has past
now let's all start the living
for the one that's going to last

Don't you feel the day is coming
that will stay and remain?
when your children see the answers
that you saw the same
when the clouds have all gone
there will be no more rain
and the beauty of all things
is uncovered again

And we all know it's better
yesterday has past
now let's all start the living
for the one that's going to last
Yes, we all know it's better
yesterday has past
now let's all start the living
for the one that's going to last

Don't you feel the day is coming
and it won't be too soon
when the people of the world
can all live in one room?
when we shake off the ancient
shake off the ancient chains of our tomb
we will all be born again
of the eternal womb

And we all know it's better
yesterday has past
now let's all start the living
for the one that's going to last
Yes, we all know it's better
yesterday has past
now let's all start the living
for the one that's going to last

Let's all start living, let's all start living
living, living, living
for the one that's going to last






Dedicado a todos los que nos hemos ganado esta canción.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Sé que puedo hacerlo


No era la primera vez que la idea le pasaba por la cabeza. Y, además, intuía que no sólo le pasaba a ella. Tal vez no era muy lógico, pero allí estaban los hechos que parecían confirmar aquella extraña teoría. Y tenía que ver si era capaz de probarse a sí misma, para confirmarla o para rebatirla.

La sala estaba como en penumbra. Cerró los ojos, intentó ordenar aquellas pequeñas piezas, sin saber aún si estaban todas las que necesitaba para resolver el puzzle, y procuró despejarse. Permaneció así, callada, tranquila, ignorando hasta el ruido del tráfico que se colaba por la ventana entreabierta. Casi podía notar como una idea iba creciendo y dibujándose dentro de su cabeza. Y decidió no concederle el beneficio de la duda: se levantó, muy decidida. Estaba muy segura de hacia dónde dirigir sus movimientos y cómo hacerlo para evitar que sus pensamientos pudieran desordenarse en el traslado.

Primero subió ligeramente la persiana y, a continuación, fue a la mesa y encendió el pequeño ordenador. El saludo del startup animó la idea, como si fuera levadura en un soufflé. Tenía que comenzar ya a probarla, si no quería que se desinflara y se perdiera el efecto. Con la soltura que da la práctica, abrió el navegador y accedió a la página donde encontraría la prueba que habría de ayudarle a llegar a alguna conclusión. La prueba que abría, o cerraba, la puerta de su hipótesis. Y comenzó la búsqueda...

La búsqueda. La búsqueda más fascinante. La búsqueda de las palabras que sirvieran para hilvanar esos pensamientos, para expresar sus emociones, para desarrollar sus ideas. La búsqueda de las frases adecuadas con esas palabras, la búsqueda de la cadencia de esas frases, la búsqueda de los signos de puntuación que enmarcaran palabras, frases y cadencia, complementándolos y redondeando el proceso.

Un arranque, un desarrollo, un final. Sólo necesitaba eso y arroparlo con calor, con un trocito de su aliento, intentando que unos trazos más o menos caprichosos, abstractos y que sólo adquieren sentido en los ojos de quien sabe interpretarlos para vivirlos, para hacerlos suyos, formasen una historia.

Aunque eso sólo sirviera para rebatir su teoría. No necesitaba sentirse triste, también podía escribir pequeños relatos siendo feliz...

404: Entrada not found

miércoles, 10 de septiembre de 2008

... Your own kind of music










Tengo mucho morro, ya lo sé: sólo a mí se me ocurre coger prestada una de tus fotografías para decirte ¡¡Feliz Cumpleaños!! :-D

martes, 9 de septiembre de 2008

Meme Premio al Esfuerzo...





(Je, siempre he sabido que soy un diamante en bruto :-P)

Vale, sí, bien... he empezado un poco irreverente, pero es que con estas cosas siempre me pongo nerviosilla y me sale el lado pelín borde. Es que el señor r me ha otorgado el Premio al Esfuerzo Personal en su blog. La primera irreverencia está en haber puesto ese meme en el título :-), pero ¡¡es que lo es!!. Y la segunda irreverencia es agradecerlo porque, ¡diantres!, me gustan los memes ;-) Me parecen una bonita forma de parar un poco en tu rollo personal e integrar tu blog en el del vecino. Y, qué caramba, pues que me hace ilusión que se hayan fijado en servidora, que si escribo aquí es para que me lean. Así que muchísimas gracias, señor r, a pesar de que el tono pueda parecer algo distendidillo de más... :-D Procedo a cumplir con el protocolo:

Las reglas del premio son:

1. Elegir 6 blogs y otorgarles el premio.
2. Guardar el premio con el correspondiente enlace de quien lo ha otorgado.
3. Poner las reglas en el blog.
4. Expresar seis valores importantes y seis que no lo sean.
5. Avisar a los premiados con un comentario en su blog.


Seis valores importantes: Constancia, Afán de superación, Compartir y repartir amor, Hambre de cultura, Amistad, Ternura.
Seis valores que no sean importantes: Me resisto a que sean valores... pongamos más seis "cualidades" (?) que me la bufan... Hipocresía, Victimismo, Pereza, Desinterés, Arrogancia, Materialismo.

Los blogs elegidos:

  • luen.org: Constancia. Y con calidad; escribe casi todos los días y no deja de sorprenderme. Últimamente le va la cosa crítica (vamos, opinar sobre películas, juegos, música, teatro... como crítico) y lo hace bien y muy divertido. Vale que es un pedazo friki, pero presta tener un sitio donde encontrar crónicas frikis de la realidad. O una crónica geek. O una crónica ye-ye.


  • Diario de Avelino: Superación. Ahora lo tiene algo dejadillo, pero vamos a perdonarle, que está escribiendo el proyecto final de carrera y seguro que, en cuanto sea ingeniero, vuelve a la carga. Pionero en el uso empírico del bloguerío como terapia, me ha hecho llorar a veces cuando contaba sus problemas al mirarse a sí mismo muy adentro, pero ha sabido salir triunfante, porque él lo vale. Sigue así, señor ingeniero :-)


  • El niño naranja: Amor. Y sobre todo estos días. Es raro, te vas al fotolog del Niño Naranja y salen nubecitas de color rosa :-) ... Y es que está enamorado, mi niño :-) Mucho, mucho. Y entre fotos y prosa en verso nos va contando una historia que sólo nos puede hacer sonreír y soñar. Qué guapiño que eres, rei... Gracias, por dejarnos compartir tu sueño :-)


  • Historias de la ciencia: Cultura. Estaba por poner todas las letras de cultura en mayúsculas. He aquí un señor que lee un libro y te lo cuenta y consigue que te entren ganas de leer ese libro. Y el mérito es mayor aún considerando que no se trata de novelas de aventuras y/o tremendas historias épicas, sino que hablamos de divulgar ciencia. Siempre ameno, siempre correcto, siempre generoso con las opiniones de los demás... siempre tengo mono de leer historias nuevas :-)

  • Cogudes mentals: Amistad. Por dos razones. La primera es que es un blog en modo triunvirato, tres personas (coa)liadas, perpetrando un blog desde la irreductible aldea villarealense... pero es que, además, invitan a todo el que pasa a participar y somos muchos los que nos sentimos allí como en casa y de la familia. Y la segunda es que toda la gente que me encuentro allí es gente a la que conozco y me cae muy bien (bueno, me falta conocer a dos de los coguderos en persona, pero el resto están fichados... algunos muuuuucho :-P). Aviso a castellano parlantes: escriben en catalán, pero tampoco hace falta ser políglota para entender sus historias. Y, si os supone un pequeño esfuerzo, las cogudes hacen que merezca la pena.


  • Papá en prácticas: Ternura. Le decía el otro día a su autor, en un comentario, que no sé muy bien por qué me ha enlazado... pero me alegro profundamente de ello, porque, si no, no le hubiera descubierto nunca. Diego y sus papás, desde el punto de vista de papá. Y me presta mucho que sea desde el punto de vista de papá. Necesitamos más padres presumiendo de su paternidad. ¡¡Y necesitamos más fotos de Diego (esto es un mensaje subliminal dirigido al autor del blog ;-))!!



Me quedan muchos blogs en el tintero, sólo puedo poner seis... Se quedan algunos que tienen más de una de las cualidades mencionadas, otros que las tiene todas, otros que no tienen ninguna de estas y muchas de otras igual de importantes... Hay gente a la que no he mencionado a propósito porque les acaban de dar un premio similar, hay gente a la que no he enlazado a propósito porque van vendidos de tiempo y hay gente a la que no he enlazado porque... sólo puedo enlazar a seis. Pero tenéis una buena colección de enlaces en el marco derecho, de los blogs que me interesan y de los que aprendo siempre algo en cada visita. La lista no está todo lo actualizada que debería... pereza, pereza (¡¡brrr!!)... pereza de editar pero, sobre todo, pereza de eliminar algún enlace que lleva tiempo sin actualizar y del que no pierdo la esperanza de que el día menos pensado resucite :-)

En fin, hecho está. Qué bueno haber tenido la oportunidad de reflexionar sobre mis amigos blogueros :-)

domingo, 7 de septiembre de 2008

La vuelta al cole...






"Pero estos... ¿de qué van? Mira mamá, han colgado chaquetas, camisas, ¡¡pantalones!!... ni que lo primero que hiciéramos al llegar a clase fuera desnudarnos y dejar toda la ropa en los colgadores... "

María, alucinando delante de un escaparate.


viernes, 5 de septiembre de 2008

Morriña


El señor r dibuja. Mucho y bien. Y nos regala sus bocetos y apuntes en su blog. Hoy me he pasado y en su última entrada, "3 de septiembre", mostraba sus últimos dibujos. Y mira tú por donde, el último era este:




"No conozco el nombre de la plaza". Pues yo sí, como le dije en un comentario. Es la plaza de Amboage, en Ferrol, en mi Ferrol. El boceto es muy bueno, en seguida se ve cómo es la plaza, tal y como podéis comprobar por las fotos que he encontrado y que, más o menos, cubren el mismo ángulo que el que muestra el señor r en su boceto:



En esta podéis ver en el lado izquierdo la frondosidad de palmeras y otros árboles que en el boceto aparecen al fondo, tras la estatua (el ángulo no es exactamente el mismo, pero creo que se reconoce perfectamente). La siguiente os la pongo para introducir la historia que quería contaros,



ya que en ella podéis ver mejor al señor Marqués de Amboage. Le empecé a contar la historia antes al señor r, pero cuando la tenía a medio embrollar, me di cuenta de que me flojeaba algún detalle. Busqué un poco y encontré la historia abreviada del señor marqués, que es bastante triste. El hombre se hizo millonario, pero a costa del tráfico de esclavos. Quizá para descargar su conciencia, y a la memoria de un hijo muerto, creó una fundación con su nombre que el día de San Ramón, el día grande de las fiestas de Ferrol, debe repartir 5000 pesetas entre los más necesitados de Ferrol. No os ríais, pensad que murió a finales del siglo XIX: para la época, era un dineral. Y otro detalle más: dejó un fondo destinado a que los mozos de Ferrol sin recursos económicos pudieran quedar exentos de realizar el servicio militar, cosa que se conseguía en la época con 1500 pesetas. Cuando ya fue completamente imposible librar mediante pago, se repartió igual el dinero entre aquellos que volvían de cumplir el servicio.

Y ahí es cuando paro y, con vuestro permiso, me sonrío porque esas 1500 pesetas del señor marqués financiaron la luna de miel de mis padres.

Pasado el momento de complicidad, llega el de la morriña, porque ¡claro! me puse a trastear en el portal en el que encontré la historia; y me encontré este vídeo, realizado con la técnica de timelapse. Tiene su años... bueno, tiene los mismos años que mi hija, porque es de 1997:


Ferrolterra 1997 from Luis Caldevilla on Vimeo.

El vídeo muestra cosas que ya no están. En la plaza de España había una estatua de Franco y quitarla ha llevado un tiempo; en la remodelación de la plaza, aún andan. Y muestra más lugares que Ferrol: tenéis mi Astano, mi San Valentín, y también Ares, Pontedeume, Fene, Mugardos, Narón... y de Ferrol tenéis la calle Real, la plaza de Armas con el Ayuntamiento, el muelle, la carretera de Castilla, Caranza, la calle Galiano, el Cantón... y mi ría, las maravillosas vistas de mi bendita ría...

Vaya, señor r, que me ha cundido la tarde gracias a usted. La ilusión que me hizo encontrar este boceto, así como los otros dos de Ferrol. ¡Buen baño de morriña me he pegado, entre los bocetos, mis recuerdos y buscar fotos e indagar por internet! ¡Gracias!

martes, 2 de septiembre de 2008

No, mamá, déjame tener razón...





Luces de la ciudad, Charles Chaplin


Por lo menos, hoy. Hoy que he reído tanto, que me han regalado risas... que mi niña me ha regalado risas, me ha regalado vida, me ha regalado aire, me ha regalado sueños... mi niña, que se ríe y me arrastra con ella...

Hoy quiero tener razón. Sé que hay gente así; sé que hay gente que lo da todo por los sueños de los demás, como el pobre vagabundo que lo dio todo por devolver la vista a su ángel ciego. Sé que hay gente que lo entrega todo sin esperar nada, que comparte por el placer de dar, que confía porque no hacerlo es de cuerdos y la locura, muchas veces, es lo que te mantiene vivo, el escalofrío que te recorre la espalda y te confirma que estás entero, que palpitas, que respiras, que sueñas, que vences...

Sí, ya sé. Que lea el periódico -que está lleno de ejemplos-, que abra los ojos -que me van a comer viva-, que no me fíe, que salga de ahí, que piense en mí, que me esconda, que no me enseñe, que no ofrezca puntos flacos, que mantenga alta la guardia... que qué hija tan tonta para lo inteligente que es, que -ya lo sé-, no aprendo...

Pero creo que no quiero aprender, mamá. Verás, me la clavan y me escuece, pero si no me doy, me duele. Prefiero que se rían de mí, a tener que llorar yo por mí. Prefiero que me quiten cosas a quitarme yo la vida. Prefiero, de verdad, parecer tonta que estar lista.

No sé bien cómo explicártelo. Tiene que ver con recordarme triste, llorando e infeliz y asociarlo al cuidado, a la reserva, a la desconfianza, al rechazo a los demás; y con sentirme feliz, tranquila y riendo, después de quitarme esa capa. Y para mantenerme así, necesito confiar. Llámame majadera, ríete de mí... pero necesito confiar. Quién sabe, mamá. Confiando puede que encuentre a ese vagabundo y pueda devolverle parte de lo que él dio por amor, por confianza. Hay gente así, lo sé, y esa es mi gente. Por ellos merece la pena vivir y ellos hacen que vivir merezca la pena.